De todos es sabido que una blogger no tiene nada que hacer si no es una egoblogger (dícese de aquella bloggera que postea toda su vida en su blog, poniendo fotos de su vida cotidiana tales como su ropa, ella ante el espejo, sus compras y, sobre todo, su comida; un buen ejemplo lo tenemos en las devote. Para ser egoblogger es necesario tener un novio que te haga las fotos o un trípode para colocar la cámara, además de una pared blanca frente a la que retratarse. Si no muestras tus sentimientos más íntimos no catarás la fama).
Pues bien, sabéis que yo no soy muy dada a egobblogear, (término que acabo de inventarme) pero esta vez me siento en el deber de contar una experiencia si bien, por razones que entenderéis, no irá acompañado de foto. Os vais a enterar.
Resulta que hace ya unos 15 días me disponía a vivir mi primera experiencia dentro del periodismo de moda. Básicamente, iba a cubrir una rueda de prensa con el motivo de la presentación de una exposición de trajes antiguos de los pueblos de la provincia de Toledo. Claramente dicha exposición pintaba ser un truñaco pero yo, que siempre exprimo las cosas hasta sacarles algo bueno, quería mirar el lado positivo y currarme una entradita para este nuestro blog y que pareciera algo interesante. Sin embargo, repentinamente, camino al lugar donde tenía lugar la presentación, comencé a encontrarme mal y no daré detalles.
Una vez en el lugar los dolores aumentaron al igual que los vómitos (ale, ya he dado detalles) por lo que llamé a mi jefe planteándole el percal y él, muy majo y agradable (larga vida a los jefes guays) me sugirió que fuera a casa. No tenía cómo abandonar el lugar, por lo que tuve que llamar para que me rescataran y derecha para urgencias.
Tras unas horas en urgencias, darme el alta, ver que la cosa seguía igual, volver a urgencias, pasar la noche ingresada en observación, subirme a planta, hacerme una ecografía y un escaner, los médicos dispusieron que lo pertinente era operar.
¿El resultado? 15 de ingreso, una semana sin comer (a base de sueros y cosas de esas) una raja de unos 20 centímetros, otros 15 días hasta que me quiten los puntos y pueda hacer mi vida normal (con todo lo que ello supone, tanto bueno como malo xD) y una falta de nosecuántos días en el blog (aunque veo que mis visitillas siguen ahí).
Quienes os estáis enterando ahora por primera vez, no preocuparse, que ya puedo comer y en nada estaré mejor que nunca.
Estoy realmente agradecida y sorprendida de que me haya visitado tanta gente al hospital y no me olvido de la gente que sin poder ir, me llamaron por teléfono. Decir además que me ha sorprendido el apoyo de algunas personitas, sobre todo una cuya visita me sorprendió y cuyos mensajes diarios han dicho mucho, y de aquellas que recorrieron algunos kilómetros solo para venir a verme (sí sí, vosotros dos). Disculparme además con otras tantas personas que aun no saben qué ha pasado y que puede que se estén enterando ahora, lo siento, en esos momentos es imposible acordarse de todo el mundo. ¡Ah! Y gracias también a todos los que me llevaron revistas para que me entretuviera, he de confesar que Cuore fue la que causó más sensación entre las compañeras de habitación y sus familiares.
Fue una experiencia muy interesante, la verdad. Si fuera una egoblogger de verdad os daría detalles... Pero no tengo pared blanca donde hacerme fotos de la tripa (que en mi casa son todas de colores).
Como digo siempre: Thanks for reading.......
Alba G. 2.0
ACTUALIZACIÓN Y ACLARACIÓN: he de actualizar que se me olvidó nombrar a las personas que me llevaron globos y flores al hospital..... que me animaron muchísimo (aunque los picores que tenía en la piel no se marcharon hasta que no me deshice de las flores.....) y aclarar que el término egoblogger no lo he inventado yo, sino que me saqué de la manga su uso como verbo...
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